El 7 de junio de 1937, un grupo de 454 niños salieron de España para refugiarse en México ante el terror y peligro de las bombas que caían sin cesar sobre sus ciudades de origen. Estos pequeños fueron bautizados como “Los niños de Morelia”.
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Los hombres, como castillos;
igual que almenas, sus frentes,
grandes murallas sus brazos,
puertas que nadie penetre.
Rafael Alberti La guerra civil española Después de la Primera guerra mundial, Europa quedó en una difícil situación social, económica y política। Las antiguas estructuras ya no eran la solución más adecuada para los problemas que se vivían en todos los sectores de la sociedad.
Opinión del experto: Encuentro con los Niños de Morelia (Tercera de seis partes) Raúl Fuentes Aguilar
Junto con los españoles, México también saca a europeos —judíos, alemanes e italianos— de los campos de concentración। Muchos españoles esperan su salida hacia México en los castillos de Reynarde y Montgrand, alquilados como residencias diplomáticas mexicanas bajo acuerdo de extraterritorialidad.
Entrevista a Alfredo González Olascoaga, niño procedente de España
que aún vive en México.
Los niños son las verdaderas víctimas de la guerra y es que, sin duda, un conflicto bélico echa abajo la rutina de la infancia, sí, ese territorio inocente y limpio. Y es precisamente en esa inocencia, donde la guerra toma un dramatismo añadido, pues hay que demostrar fortaleza y coraje, aunque no se entienda por completo lo que ocurre.
1936 a 1939: Un alzamiento militar originado in Marruecos y encabezado por el General Francisco Franco, se extiende rápidamente por todo el país, empezando así la Guerra Civil. Tras algunas sangrientas batallas, en las cuales la fortuna cambia de un bando a otro, los nacionales triunfan finalmente y hacen una victoriosa entrada en Madrid (28 de marzo de 1939).
Los niños de la guerra civil española. La cara más triste de la contienda. Armida Martín
Son las víctimas inocentes de la violencia que desencadenan los adultos y sufren de forma pasiva sus consecuencias. Atrapados en medio de la pesadilla que asola España, sus juegos infantiles y sus recuerdos quedarán señalados con una marca que arrastrarán durante el resto de sus vidas: la huella de los niños de la guerra.
Cartas a la Presidenta del Comité de Ayuda a los Niños del Pueblo Español, 1937-1940, editado por el Ateneo de España en México y la embajada Española.
México, 25 Feb (Notimex).- Amparo Batanero llegó a México en1937 a los cinco años de edad, vino desde España entre un grupo de454 niños para refugiarse de la Guerra Civil en su país. En ese entonces fueron conocidos como los "Niños de Morelia". Este año, la historia vuelve a revivirse con la publicación del libro "La letra en que nació la pena", que reúne cartas de las madres de aquellos pequeños.
Consultar texto completo Desde que comenzaron los bombardeos masivos sobre Madrid y Barcelona, el gobierno republicano lanzó una campaña propagandística en radio y prensa con el lema "Salvemos a la niñez. Inscriba a sus hijos en la expedición de México".
Los derechos fundamentales de los niños, como el acceso a los alimentos y al agua y los cuidados médicos adecuados, deben ser respetados, especialmente en tiempo de guerra. El CICR solicita que se preste especial atención a la realidad de los niños combatientes y de aquéllos que se hallan cautivos. Recuerda la necesidad de reunir a los niños con sus familiares, separados por los acontecimientos.
Lunes, 11 Noviembre de 1996: De acuerdo con Graça Machel, "El mundo se está sumergiendo en un vacío moral desolador". El informe de Graça Machel detalla el sufrimiento de los niños en algunas de las 30 guerras que asolan el mundo. Constituye el análisis más comprensible que, sobre este tema, se haya realizado jamás.
Todos los niños hacen muchas preguntas pero sin duda entre las más difíciles de contestar están las preguntas sobre la guerra. Especialmente cuando las noticias dan detalles inmediatos y gráficos, los padres de familia se preguntan si debieran proteger a sus niños de la dura realidad, explorar el tema o compartir sus creencias personales con ellos
Cuando se convocó en 1990 la Cumbre Mundial en favor de la Infancia, la guerra fría acababa de llegar a su fin y las perspectivas de una nueva era de paz eran grandes. Los dirigentes reunidos en la Cumbre prometieron solemnemente trabajar con denuedo para proteger a los niños del flagelo de la guerra y adoptar medidas para impedir la aparición de nuevos conflictos armados a fin de dar a los niños de todo el mundo un futuro pacífico y seguro.