lunes, 4 de mayo de 2009

La letra en que nació la pena


Durante la Guerra Civil española, los padres de los niños refugiados en México, conocidos como 'Los niños de Morelia', enviaron a la señora María de los Ángeles Chávez Orozco, quien fuera presidenta del Comité de Ayuda a los Niños del Pueblo Español, desgarradoras cartas en las que se entretejen dos historias: la de los niños en tierras mexicanas y los sufrimientos que acarreó a sus familiares la guerra y, posteriormente, la derrota de los republicanos.

Algunas de esta misivas fueron publicadas en el año 2007, en una obra que lleva como título La letra en que nació la pena, realizada a iniciativa del Ateneo Español en México y de la Embajada de España en este país para conmemorar el 70 aniversario de la llegada de los Niños de Morelia.

Las cartas antes mencionadas se montaron en una exposición que también lleva el nombre de “La letra en que nació la pena” y actualmente se exhibe en el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos, en la ciudad de Puebla, como parte de las actividades paralelas a la muestra “Las vías del exilio. Los niños de Morelia un éxodo a México”.

Cartas a los Niños de Morelia



La separación…
“Yo estaba loca aquel día sentía que el mundo caía encima mío y me ahogaba y fui más sentimental o cobarde que las otras madres, que al último momento hice que me dieran a mi hijo pequeño”.


Sin noticias de los pequeños…
“[…] Cómo está la niña que es nuestra hijita Sara Verja García […] que nos escriban por que ella aun no los abe hacer […]
Domingo Verja (1937)

Cartas a los Niños de Morelia


Agradecimientos…

“Apreciables amigos y compañeros: la presente es para darles las gracias por el envío de equipos deportivos que les habíamos pedido, ustedes no pueden imaginarse la alegría que nos dio cuando vimos el paquete con la inscripción “Comité de Ayuda al Pueblo Español” ya todos hacían pequeños agujeritos para ver su contenido”.
Luis Sala Gómez (1937)

Protesta…

[…] por una carta que al parecer el mayor de ellos escribía al pequeño ó sea al Antonio le decían que lo llevaban a Méjico […] También se ha sabido que el pequeño había estado o sigue enfermo y como al parecer se ocupan poco de tener al corriente a los familiares y además no se porque á los niños hermanos siendo así que á las madres las prometieron que los hermanos estarían juntos […] Así que por tanto espero que inmediatamente me darán noticias concretas de su vida y situación pues estoy dispuesto a hacer gestión vía diplomática é incluso publicarlo en la prensa para que se ocupen un poco más pues no parece que eso marche muy bien”.
Antonio Díaz (1937)

Cartas a los Niños de Morelia




La muerte…
“Con el corazón sangrando de dolor, tomo la pluma para manifestarles, he recivido sus cartas, las que detallan, los tristes días bibidos por la orrible desgracia en que perdió la vida mi querido hijo. Ese niño, que hera todo bondad y ternura para conmigo y su hermana, mis pesares heran suyos, sufria al verme sufrir y me consolaba siempre”.
María Latorre (1937)


La vida sigue en España…

“De los encargos que me haces de folletos Cromos y prensa procuraré el enviartelos basta que tu quieras”.
“De lo que me dices si he dado la bicicleta, no pases ancia pues te la guardo para cuando vengas”
Martina García (1937)

Cartas a los Niños de Morelia

La derrota de los republicanos

Estoy evacuada en Francia, separada de mi marido y lejos de todos y desearia reunirme con mis hijos, pues cerca de ellos no me encontraria tan sola y su presencia aliviaría mis penas. Esto es lo que deseo que usted me gestione y creo que podrá conseguirlo por el interés que tiene por todos los pequeños que usted dirige y por el cariño que tiene a las madres españolas”.

Rosa Gascón (1939)

Llevo cuatro meses en un refugio en Francia, cuando atravese la frontera tuve la desdicha de extraviar a mi compañera, como asimismo a un niño de cinco años que tenia en una colonia en Gerona […] como también tengo otro hijo en España, de nueve años, perdido por tierras extrañas desde que empezó esta maldita Guerra, me decido a marchar a España para seguir indagando su paradero […] le ruego tenga bien en cuenta mi decidido propósito de no traer a mis hijos a España mientras exista en ella el regimen actual […] Tomo esa resolución por el bien de ellos.

Concepción Valera (1940)
Notas periodísticas
Formó Amparo Batanero parte del grupo de los "Niños de Morelia" México, 25 Feb (Notimex).- Amparo Batanero llegó a México en 1937 a los cinco años de edad, vino desde España entre un grupo de 454 niños para refugiarse de la Guerra Civil en su país.
NOTIMEX
Con motivo del 70 aniversario de la llegada a México de los niños de Morelia, el Ateneo Español en México con el apoyo de la Embajada de España editan esta colección epistolar, que contiene una selección de 32 cartas que dan cuenta de los horrores de la guerra, a través de testimonios en los que se expresa el desasosiego de la separación, el agradecimiento al gobierno y pueblo mexicano por su solidaridad, la fugaz esperanza del reencuentro, la amargura de la derrota de la República y el exilio.
La Jornada de Oriente
El Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero, el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos y el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla presentarán el libro La letra en que nació la pena. Cartas a la Presidenta del Comité de Ayuda a los Niños del Pueblo Español, 1937-1940, editado por el Ateneo de España en México y la embajada Española.
Sala de prensa del CNCA
Las cartas contenidas en La letra en que nació la pena. Carta a la presidenta del Comité de Ayuda a los Niños del Pueblo Español, 1937-1940 exhiben elemento de dos historias: la de los niños en tierras mexicanas y los sufrimientos que acarreó la guerra, así como la derrota y la preocupación de sus familias.
Excéntrica On-line

El ferrocarril en la Guerra Civil


El Ferrocarril español durante la Guerra Civil

Cuando se levantaron los militares, España quedó dividida en dos zonas, al igual que sus líneas férreas y compañías. La Compañía del Norte contaba con 3,814 kilómetros, de los cuales 1,772 se ubicaban en la zona franquista, que equivalían al 45 % del total, mientras que la Compañía Madrid-Zaragoza-Alicante contaba con 3,556 kilómetros, todos en terreno de la República.

La guerra complicó tanto el funcionamiento de los ferrocarriles, que obligó al gobierno a incautar las empresas a partir del 10 de agosto de 1936, y encargar su manejo al Comité de Explotación de los Ferrocarriles. A partir de entonces el servicio de trenes fue militarizado para atender fundamentalmente el transporte de tropas, municiones y toda clase de elementos de guerra, aunque no pudieron dejarse de lado ni los servicios comerciales ni el transporte de viajeros.


Durante la contienda ambos bandos destruyeron todos aquellos elementos que favorecían el tráfico ferroviario contrario, pero cabe destacar que para las dos facciones los trabajadores ferroviarios eran valiosos combatientes y su participación fundamental.


Las expediciones de los niños que viajarían a México implicaron la formación de dos grupos, uno en Madrid y otro en Barcelona. El primero concentró a los niños procedentes del sur y centro de la península, y se dirigiría hasta Valencia. El otro uniría a todos los niños procedentes de Cataluña, además de los que se hallaban en colonias desde el inicio de la guerra y que procedían de Asturias y el País Vasco.


El grupo de Madrid partió de la estación de Atocha y siguió la línea que corría por Alcázar de San Juan, Albacete y Almansa hasta Valencia. Ahí se les unieron los niños que venían del Levante español y continuaron el viaje en un solo convoy en dirección a Barcelona.


En Barcelona se unen los dos grandes grupos y parten de la estación de Barcelona-Término hasta la estación fronteriza con Francia de Port-Bou, donde tuvieron que cambiar de tren debido a las diferencias en el ancho de vía. Ya a bordo de un tren francés partieron con destino a Burdeos donde tomaron el barco Mexique, que los trasladaría en un viaje sin retorno hasta México.



Llegada a México: de nuevo al ferrocarril



En 1930 la crisis en el funcionamiento de los ferrocarriles mexicanos era ya insuperable, lo cual obligó al gobierno a intervenir la empresa Ferrocarriles Nacionales de México, que había llegando al punto de recibir una subvención del Estado equivalente al 90 %. El 23 de junio de 1837 el presidente Lázaro Cárdenas decide nacionalizar la empresa, que un año después, en 1938, sería dirigida por la Administración Obrera de los Ferrocarriles Nacionales de México, corporación pública descentralizada y con personalidad jurídica, ajena al sindicato ferrocarrilero.

Los años de la administración obrera fueron difíciles debido a la falta de liquidez, las enormes inversiones que se realizaron con el fin de mejorar la red ferroviaria y a la devaluación de la moneda mexicana. Para 1940, la Cámara de Diputados decide disolver la empresa.

Esta situación ferroviaria coincide con la llegada a México de los niños españoles, que abordaron el tren en Veracruz y recorrieron la línea del Ferrocarril Mexicano, que incluyó paradas en las principales estaciones de la línea, como son: Orizaba y Córdoba, en Veracruz; Esperanza, en Puebla; Apizaco, en Tlaxcala, para llegar finalmente a la ciudad de México, a la estación de Buenavista.

Dos días permanecieron en la ciudad de México, para continuar después su recorrido en tren con destino a la ciudad de Morelia. Para tal fin fueron llevados a la estación Colonia del antiguo Ferrocarril Nacional Mexicano. La ruta hacia Morelia incluyó paradas en las estaciones de Toluca, en el Estado de México, Maravatío, en el estado de Michoacán y Acámbaro, en el estado de Guanajuato, entre otras, para llegar a la ciudad de Morelia, que sería su destino final.

Los trenes para estos niños tuvieron siempre un significado especial: eran el medio para alcanzar la libertad, para mantenerse con vida, para alcanzar nuevos y mejores destinos.



sábado, 28 de febrero de 2009

La guerra civil española



Los hombres, como castillos;
igual que almenas, sus frentes,
grandes murallas sus brazos,
puertas que nadie penetre.
Rafael Alberti

La guerra civil española

Después de la Primera guerra mundial, Europa quedó en una difícil situación social, económica y política। Las antiguas estructuras ya no eran la solución más adecuada para los problemas que se vivían en todos los sectores de la sociedad.





Opinión del experto: Encuentro con los Niños de Morelia
(Tercera de seis partes)
Raúl Fuentes Aguilar

Junto con los españoles, México también saca a europeos —judíos, alemanes e italianos— de los campos de concentración। Muchos españoles esperan su salida hacia México en los castillos de Reynarde y Montgrand, alquilados como residencias diplomáticas mexicanas bajo acuerdo de extraterritorialidad.


Entrevista a Alfredo González Olascoaga, niño procedente de España
que aún vive en México.
Los niños son las verdaderas víctimas de la guerra y es que, sin duda, un conflicto bélico echa abajo la rutina de la infancia, sí, ese territorio inocente y limpio. Y es precisamente en esa inocencia, donde la guerra toma un dramatismo añadido, pues hay que demostrar fortaleza y coraje, aunque no se entienda por completo lo que ocurre.
Guerra civil española
1936 a 1939: Un alzamiento militar originado in Marruecos y encabezado por el General Francisco Franco, se extiende rápidamente por todo el país, empezando así la Guerra Civil. Tras algunas sangrientas batallas, en las cuales la fortuna cambia de un bando a otro, los nacionales triunfan finalmente y hacen una victoriosa entrada en Madrid (28 de marzo de 1939).


Los niños de la guerra civil española. La cara más triste de la contienda. Armida Martín

Son las víctimas inocentes de la violencia que desencadenan los adultos y sufren de forma pasiva sus consecuencias. Atrapados en medio de la pesadilla que asola España, sus juegos infantiles y sus recuerdos quedarán señalados con una marca que arrastrarán durante el resto de sus vidas: la huella de los niños de la guerra.

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La letra en que nació la pena
Cartas a la Presidenta del Comité de Ayuda a los Niños del Pueblo Español, 1937-1940, editado por el Ateneo de España en México y la embajada Española.

México, 25 Feb (Notimex).- Amparo Batanero llegó a México en1937 a los cinco años de edad, vino desde España entre un grupo de454 niños para refugiarse de la Guerra Civil en su país. En ese entonces fueron conocidos como los "Niños de Morelia". Este año, la historia vuelve a revivirse con la publicación del libro "La letra en que nació la pena", que reúne cartas de las madres de aquellos pequeños.
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Desde que comenzaron los bombardeos masivos sobre Madrid y Barcelona, el gobierno republicano lanzó una campaña propagandística en radio y prensa con el lema "Salvemos a la niñez. Inscriba a sus hijos en la expedición de México".


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Películas sobre la guerra civil española


El laberinto del fauno. (España,2006) Guillermo del Toro

La lengua de las mariposas. (España, 2000) José Luís Cuerda

El espinazo del diablo. (España, 2001) Guillermo del Toro

El Mar. (España, 2000) Agustí Villaronga

Libertarias. (España, 1996) Vicente Aranda

Soldado de Salamina. (España, 2003) David Trueba

Los Niños de Morelia. (México, 2004) Juan Pablo Villaseñor

La guerrilla de la memoria. (España, 2001) Javier Corcuera

Los niños perdidos del franquismo. (España, 2002) Montse Armengou y Ricard Belis

La hora de los valientes. (España, 1998) Antonio Mercero

Las bicicletas son para el verano. (España, 1984) Jaime Chavarrí